Ese niño que en las aguas cayó
Fue un niño que allí murió
Sin ningún respiro el adios marcó
Día y noche, sin parar se lo buscó
Gran desilusión él no apareció
Hasta días después que se lo encontró
Un mirada perdida en el dolor que lo hiere
Una vida que se desvanece
Un corazón vacio que sangra
Hundido en una culpa que no es verdadera
Se miente y vive una tortura que no le pertenece
Su arrepentimiento y frustración crecen
La conciencia está ciega
La sociedad le condena
En el olvido guarda sus penas
Su hijo se ha ido y no hay más que hacer
Solo mira al cielo, una estrella sin igual podrás ver
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